Llevo en este mundo casi tres décadas y media, pero el hombre que ahora soy nació hace diez años.
El otro, aquel que yo fui, murió en el mismo momento en que nació el que ahora soy, y apenas puedo recordar cómo era.
He intentado convencerme de que somos el mismo pero de nada sirve engañarse: si me empeño en ser lo que era, siento que soy un cadáver sin cuerpo y sin sepultura.
Necesito pensar que nací de nuevo para poder sentirme vivo.
Sólo que a veces camino por una calle y me cruzo conmigo mismo…
Entonces, en una milésima de segundo, me reconozco y vuelvo a sentirme exactamente igual que aquel año cuyo nombre me da miedo pronunciar…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario